Como cada año, (curso sept/junio): Fomentamos el trabajo fisico, mental, emocional y/o espiritual a traves de la practica de Yoga. En Ahimsa, queremos forjar la actitud y cualidad de la paciencia , entendiendola como;
La
perseverancia
en nuestros actos, es decir con la virtud de sostener cierto esfuerzo o
insistir para conseguir una cosa o para alcanzar un fin.
La paciencia es necesaria para fortalecer la constancia, para no volver la cara atrás, y es vital para
continuar siempre hacia delante.
La paciencia es también la capacidad para
padecer sin desesperarse, es la resignación ante cualquier tipo de contratiempos en la vida cotidiana.
“Soporta el insulto, soporta la ofensa; es el Yoga Supremo”
En este sentido
Swami Sivananda sintetizó su teoría
del Yoga cuando dijo: “Soporta el insulto, soporta la ofensa; es el Yoga
Supremo”. Soportar el insulto y la ofensa deben entenderse en el más
amplio sentido de la palabra, en el sentido de cualquier obstáculo no
deseado en nuestro camino del yoga.
La cuantificación de la práctica del Yoga
Muchas veces, especialmente cuando llegamos a un centro de yoga, preguntamos:
-¿Cuántas veces tengo que venir para que el yoga me sirva?
-¿Dos, tres veces por semana, todos los días?
-¿Es mejor hacer unos cursos de iniciación o ir directamente a las clases ordinarias e ir aprendiendo?
-¿Tengo que practicar en casa o mejor hacerlo solo en el centro?
-¿Tengo que hacerme vegetariano y cambiar la dieta de toda mi familia?
En nuestra vida tenemos cuantificada y medida la casi totalidad de
nuestras acciones, de nuestros pasos, y al principio no solemos
considerar
el yoga como algo diferente en el espectro de la cuantificación y de la medida del tiempo.
El Yoga va más allá del tiempo y del espacio
Pero el camino y la práctica del yoga, como cualquier otro sendero de
conocimiento, van más allá del tiempo y del espacio y difiere del resto
de las actividades y rutinas que emprendemos a lo largo de nuestra vida
diaria.
Necesitamos obtener los logros de nuestra práctica de forma
inmediata. Así lo exige el tiempo en el que vivimos, en el que la pausa
vital, la constancia, la perseverancia, la tranquilidad y la paciencia
no son precisamente las virtudes que se exponen en la publicidad que nos
bombardea cada día.
Hoy todo tiene que ser inmediato, cualquier dieta, cualquier nuevo
deporte, juego, o actividad de ocio, debe tener efectos sorpresivos,
como el rayo.
-Libros resumidos para alcanzar logros intelectuales que llevan años de aprendizaje,
-Posibilidad de perder varios kilos en cinco días sin pasar hambre,
-Conocer la actualidad en cinco minutos sin esfuerzo,
-Conseguir una profesión rentable en tres meses…
y cuántos ejemplos más.
Atajos para todo
Swami Sivananda dijo que no existe ningún atajo en el camino espiritual. Tenemos que realizar una práctica constante. No solo durante semanas y meses, sino durante años y lustros.
Es siempre mejor practicar una vez en semana durante diez años, que
cinco veces al día durante tres meses y olvidarse de vuestro centro de
yoga para siempre.
¿Cuánto tiempo tengo que practicar yoga cada día?
Una vez preguntaron a
Swami Vishnudevananda:
-Swami, ¿cuánto tiempo tengo que practicar yoga cada día?
Él sonrió, como hacía habitualmente y dijo que el yoga no era una
práctica ajena que tuviéramos que llevar a cabo de forma separada,
acercándonos a un concreto lugar, a un centro de yoga, sino que debía
incorporarse a nuestra vida las veinticuatro horas de cada día.
- Porque respiramos todo el día y la noche y si lo hacemos con
constancia y conciencia, cada segundo de nuestra vida… estamos
practicando pranayama, estamos practicando yoga.
- Porque nuestro cuerpo puede estar relajado y en armonía con nosotros
mismos, como norma, si aprendemos a trasladar las técnicas de control
muscular de savasana y el embrión, a nuestros movimientos y a nuestros
descansos diarios.
- Porque una vez aprendemos e interiorizamos los asanas podemos
caminar en la calle coordinando nuestra respiración con el movimiento
para tranquilizar nuestra mente, porque podemos ver las noticias en la
televisión y leer el periódico sentados en una postura adecuada, como en
semiloto o en la mariposa, en lugar de estar repanchingados en el sofá
inquietando nuestra columna vertebral.
- Porque podemos simplificar la ingesta de alimentos, tendiendo a una
dieta en la que las sustancias nocivas y poco naturales vayan
desapareciendo poco a poco de nuestra rutina alimentaria
- Porque, en última instancia, nuestra mente tenderá a positivizar
todos nuestros pensamientos y a acercarnos a la meditación. Esta es la
actividad más sutil, interiorizar la presencia de los maestros y la
repetición de los mantras, coordinarla con la respiración lenta,
constante y consciente cuando caminamos, cuando esperamos en la cola del
supermercado, cuando permanecemos en la consulta del médico, cuando nos
trasladamos al trabajo, a la escuela o al cine, en el metro o en el
autobús. Esto nos acercará cada día la meditación.
No hay un Yoga exprés
El yoga no es una práctica milagrosa con efectos instantáneos, no
existe ningún atajo en el camino espiritual que es el yoga. Puede serlo,
pero no necesariamente, o al menos no en el sentido de la inmediatez
publicitaria de la que hablábamos antes.
Nunca un buen profesor de yoga te dirá:
-aprende la postura de la cabeza en cinco lecciones,
-aprende a ser vegetariano en tres días, sin prescindir de ninguno de tus platos favoritos,
-consigue retirarte en una cueva de los Himalayas, asistiendo a dos meditaciones.
Yoga y paciencia
Swami Sivananda dijo de la paciencia y de la perseverancia:
-Debemos cultivar la paciencia en nuestra práctica.
-No os dejéis turbar por las dificultades: soportarlas pacientemente.
-Tened paciencia y voluntad diamantina e incansable perseverancia.
-Quedaos en el mismo lugar y sed fieles a un solo maestro espiritual, a un método, a un sistema de yoga. Sea el que sea.
-La sadhana, la práctica espiritual es un proceso de por vida difícil
y laborioso. Es una espiral en la que al principio se necesita mucho
esfuerzo, pero gradualmente el círculo se va estrechando y el esfuerzo
es menor.
-Cuando te sientas en un asana a meditar te quieres levantar enseguida no porque te duelen las piernas sino por la impaciencia.
-Confiad en vosotros mismos.
El Yoga como parte de tu día y de tu noche
Hoy nos pedimos tener paciencia en nuestra práctica para hacer de las
pequeñas cosas y prácticas que aprendemos cada día un verdadero
sendero perseverante. De esta forma el yoga se hace parte de nuestra
vida y de nuestra muerte.
Esto significaría que habríamos aprendido el mensaje de
Swami Sivananda:
El progreso espiritual se produce principalmente de un modo silencioso e imperceptible,
como suave abrir de un capullo que se convierte en flor durante las horas de la noche.
No te desanimes con la idea de que no estás progresando.
Alcanzar el éxito en el Yoga está dentro de las capacidades de
cualquiera. Lo que requiere es una devoción sincera y una práctica
constante.
Namaste