LA PACIENCIA
ESTE NUEVO CURSO ESTARA DEDICADO AL CULTIVO DE LA PACIENCIA A TRAVES DE LA PRACTICA DE YOGA.
Para cultivar la Paciencia, es muy importante
aprender a ser compasivos con nosotros mismos y con el otro, sabiendo que cada
quien actúa como puede según sus condicionamientos, con sus heridas internas,
muchas veces inconscientes.
El
cultivar la compasión, por comprensión, nos permite estar en paz y permanecer
pacientes ante una provocación o un sufrimiento intenso. El ser compasivo, es
toda una educación, donde utilizamos esa energía del enfado para transmutarla
en paciencia, compasión y armonía, nada fácil al principio; esto no significa
que si es necesario enfadarse, porque nuestro discernimiento en ese momento así
nos lo indica, no podamos hacerlo, pero luego, conviene mirar el enfado,
entenderlo, quien sabe las múltiples razones ocultas o no que hay tras
esa situación… todo nos sirve para crecer, después de todo se trata de
comprender nuestro ego, sanarlo y trascenderlo, no dejándonos arrasar por sus
impulsos y preferencias.
La
cualidad de la paciencia, la podemos cultivar por medio de la meditación. Cada
vez que meditamos, que nos tornamos conscientes del flujo de la respiración
entrando y saliendo de nuestro cuerpo, cultivamos la paciencia, entramos en un
estado de armonía interna. También durante las asanas en la practica de Yoga, cada vez que
permanecemos unos minutos en cada postura, respirando y observando las
sensaciones corporales, sintiendo el cuerpo estirándose, observando el devenir
de los pensamientos sin involucrarnos, estamos cultivando la paciencia. Podemos
practicar esta cualidad en la vida diaria, ante cualquier situación que nos
resulte estresante, respirar conscientemente para aquietarnos y aprender a
despertar al “observador”, al testigo, tomando distancia interna de la
situación para poder verla con más objetividad, aceptando las cosas como son y No como nos gustaria que fueran.
Aun en los momentos dolorosos de nuestra
vida, intentemos no dejarnos llevar por la ansiedad de que las cosas sean de
otra manera a como son, intentemos buscar esta cualidad de la paciencia,
aceptando los hechos, en definitiva, todo pasa, todo cambia, todo tiene un ritmo,
nada permanece estable.
A
veces es necesario actuar, moverse, empujar, pero otras solo cabe esperar,
aportar equilibrio al momento presente, al ahora, comprendiendo la sabiduría
que se esconde en la paciencia.
La paciencia es un árbol de raíces amargas y frutos
muy dulces (proverbio persa)
Namasté
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